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Montañita y Olón: el agua y el aceite

  • Foto del escritor: Sofía M.
    Sofía M.
  • 15 mar 2018
  • 6 Min. de lectura

El agua y el aceite. Pros y contras de una ciudad y la otra en una secuencia pasada por agua... Desde Salinas tomamos un bus a la terminal de Santa Elena nuevamente (ahí llegamos desde Guayaquil para ir Salinas): el 13. Hay que tener cuidado porque a los señores choferes les gusta no parar en ciertas esquinas y eso lo deciden en el momento de acuerdo con su humor, por ende si vas con mucho equipaje tratá de esconderlo. Ese bondi hasta Santa Elena cuesta 30 cents y demora una hora maso. Una vez llegados ahí hay varias compañias que te llevan a Montañita. Una de ellas es la Manglaralto. Salen a cada 20 minutos y te dejan en la avenida principal, la ruta. Nosotros nos bajamos en la puerta del hostel que habíamos alquilado. Se llama Hostal Surf Olón y es el mejor hospedaje desde que empezó el viaje. El predio es hermoso, las habitaciones confortables y los dueños muy amables. La vedette del lugar: la cocina, completísima y enorme para que puedas cocinar lo que se te antoje. El hostal cuenta con una terraza increíble con hamacas para disfrutar del aire fresco de las mañanas. Por USD 30 la noche por pareja con baño privado te quedás. Nos salió un poco más caro que el resto de las ofertas de la zona, pero valió cada centavo.


Un amiguito de visita en Hostal Surf Olón.

Olón es un pueblo muy pequeñito cuyo centro se basa en una plaza enorme que los fines de semana se sabe llenar de atracciones para chicos al mejor estilo feria. Hay muchas opciones para comer y los mas variados precios. Un menú ejecutivo con carne arroz y frijoles cuesta USD 3,50, por ejemplo. La playa de Olón es muy linda y amplia. Como es de costumbre, la mejor parte de la playa esta acaparada por las carpas y sombrillas, pero eso no te impide tirarte a lagartear. Para quien busca olas para surfar, este es un buen lugar. Y los atardeceres son increíbles:



Estuvimos 4 días ahí y la pasamos de maravillas a pesar de los múltiples días lluviosos. Hasta que nos fuimos a Montañita.. Obviamente estabamos en la zona asi que decidimos pasar unos dias por Montañita. Llegamos con bastantes expectativas al Pop House Hostel, alejado de la locura que es el centro de Montañita. Nos atendió Ricardo, el muy amable encargado del lugar y nos asignó una habitación que tenía al Capitán America estampado en la pared y mucho pero mucho olor a humedad. No nos importó demasiado y acomodamos las cosas. Cuando fuimos a cocinar, vimos el estado de la cocina: una capa gruesita de grasa en todos lados, mugre por doquier y un desorden importante. La heladera olía a pollo podrido. Nos dio muchísimo asco pero con la cautela correspondiente cocinamos. Hasta que abrí el cajón de los cubiertos y fue como abrir una puerta a mi peor pesadilla: un nido de cucarachas. Desde ese momento decidi no tocar más esa cocina. El atractivo principal de Montañita, más que sus playas, son las noches agitadas. El centro es todo menos pintoresco. Muchas opciones para comer y cientos de puestos callejeros donde venden tragos y comida. Todos los restaurantes ponen la música a todo volúmen y por ende, las calles céntricas se vuelven un manojo de RUIDO. Hay fiesta en todos lados: en boliches,  en los restaurantes, en los bares, en la calle y hasta en la playa misma. En ese momento y debido al ruido insoportable me acorde de Máncora y agradecí que dormíamos en el hostel alejado. Para Dino, que ya habia estado en Montañita unos 4 años atrás, el lugar estaba en decadencia y muy venido abajo. Si bien pavimentaron muchas calles de tierra que se empantanaban con las lluvias, el centro es un descontrol para nada atractivo. Lo interesante es que hay mucha, pero mucha gente todo el año y esta lleno de argentinos ganandose el mango como pueden. Cenar aqui es parecido con Olon, pero tenes miles de opciones. Dato de color blanco: por las noches, cuando el centro esta mas ruidoso y luminoso, todas las golondrinas del lugar se alinean en la esquina donde mas olor a parrilla , ruido y luz hay y ahi hacen equilibrio toda la noche todas juntas.



De día, la playa y el centro quedan asquerosamente sucias con los vasos, platos, sorbetes, servilletas, etc que los turistas (y no tanto) usaron la noche anterior y se olvidaron de llevar consigo. La playa se llena ademas de sombrillas, carpas y reposeras y por supuesto, se llena de GENTE. Al igual que en Olón, el sol se pone en el mar y eso es de lo mas bello! La playa se llena de gente esperando el atardecer con sus cámaras y celulares, listos para el retrato. Incontables fueron los argentinos que vimos vendiendo comida en la playa. Cae la noche y más vale que te agarre con repelente en la piel o cerca de algún espiral. La segunda noche en el hostel llovió toda la madrugada. Al despertarnos al otro día para trabajar, nos encontramos con 20 centimetros de agua en la habitación. Estaba I N U N D A D A... como te quedó el ojo? A mi titilando de rabia. Exagerada yo? Naaa, las mochilas estaban todas en el piso por ende todas nuestras ropas quedaron flotando. Por suerte las cosas de electrónica no. Inmediatamente pedí el reembolso y Ricardo muy amablemente nos lavo la ropa que se habia mojado y el sol ayudó a secar las mochilas. Terminamos el día laboral y nos mandamos a mudar. A dónde? A Olón nuevamente :D La distancia entre Montañita y Olón es de 15 minutos y un taxi te cuesta USD 1.50. Allí pasamos unos días mas de los cuales uno lo usamos para ir a una playa cercana, "Los Frailes". Fue en este paseo de Domingo que empezamos a sentir la mafia del transporte en las ciudades costeras de Ecuador. Los choferes y cobradores no tienen nadie que los controle, ningún reglamento que los rijay por ende, hacen y cobran lo que quieren. Para ir hasta Los Frailes nos tomamos un colectivo de la Manglaralto a Los Frailes que no debia salir mas de 2 dólares cada uno. En su impunidad, nos cobraron 3 a cada uno y el viaje duro unas 2 horas mas o menos. Una vez en la puerta del parque, tenés dos opciones para llegar a la playa; ir en mototaxi (USD 1 por persona y los amigos llevan hasta 5) o recorrer un sendero que demora hora y media más o menos en llegar.  Importante para saber antes de ir a Los Frailes: es un parque nacional, por ende hay que anotarse a la entrada. Una vez en la playa no se vende comida, así que llevarse el almuerzo. En la entrada sacan todo lo que pueda contaminar la playa (paquete de cigarros, comida envasada, etc). Además, en la playa no hay sombra, por lo que antes de entrar te alquilan sombrillas si asi lo deseás.



Playa Los Frailes

Desde la playa de Los Frailes se puede visitar un mirador que queda a unos 20 minutos cuesta arriba y al llegar se encuentra la mas linda vista de la zona y el camino es realmente agradable entre toda la vegetación.


Vista panorámica desde el mirador.

Al lado de Los Frailes se encuentran dos playas vecinas: Tortuga y la Playa Preta, de arena negra. Dato de color rojo: la Playa Preta cierra a las 2 y media, por lo que se recomienda ir temprano. A nosotros no nos dejaron pasar. Los Frailes cierra a las 4 y media, asi que a las 4 ya viene el señor a barrerte como botella vacía a las 6 am en un boliche. Esta playa es un must a la hora de recorrer. Da para ir y volver en el día ya que no es una posibilidad hospedarse ahi. De vuelta en Olón, ya empezamos a planear una de las aventuras mas increíbles de este viaje: la selva de Baños. En resumen: Montañita y Olón están muy cerca en distancia y muy lejos en similitudes. Elegir uno u otro para una estadía en esta zona depende pura y exclusivamente del propósito del viaje y lo que vayas a buscar. Pros de Montañita: la variedad gastronómica, las opciones de boliches, el turismo internacional. Contras de Montañita: la cantidad de gente, el ruido en las calles, el caótico centro, los hospedajes caros para lo que ofrecen. Pros de Olón: la tranquilidad, la playa amplia, las olas, los atardeceres, la paz en la playa (casi no hay vendedores ambulantes), las opciones gastronómicas, los precios. Contras de Olón: a las 10 de la noche ya quedan pocos locales abiertos, que no hay grandes supermercados


Un bicharraco morfándose un cangrejo

Un atardecer de lujo junto a la montaña y la playa

Yo y mi bola roja al atardecer

Orilla-espejo. Alucinante.


Próxima parada: Baños!

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