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Cartagena, sentimientos encontrados

  • Foto del escritor: Sofía M.
    Sofía M.
  • 7 jun 2018
  • 6 Min. de lectura

Una ciudad colonial con bellos paisajes y arquitectura clásica. Qué conviene hacer y qué no.

Desde Barranquilla nos tomamos nuevamente una combi de Berlinas y unas 3 horas después llegabamos a la ciudad de Cartagena de Indias, a la terminal de Berlinas. Esta vez nos pusimos pillos y robamos internet de las combis para pedir un Uber porque el taxi desde ahi hasta el centro histórico, donde nos hospedaríamos, salía bien caro, siempre conforme al estado de ánimo de los taxistas. Después de 20 minutos conseguimos un Uber que venga a buscarnos. Veinte minutos después de haber costeado Cartagena estábamos entrando en la ciudad amurallada y ahi el paisaje cambió completamente. Miles de turistas de acá para allá admirando Cartagena y sus encantos y la noche cayendo en una ciudad ya iluminada. Llegamos al hostal La Española tipo 7 de la tarde. Nos dieron, como siempre, la peor habitación de todo el lugar. Ya curtidos de tanta pocilga, les pedimos que nos cambien a otra mejor y asi lo hicieron. Tampoco era taaaaan mejor pero zafaba. Los baños son compartidos y un real ASCO. El precio por noche superaba los USD 25 y realmente no lo valía. Para hospedarse en el centro histórico hay que ir con el bolsillo amigable porque sino la vas a pasar mal. Todo, absolutamente TODO es carísimo. El doble o hasta el triple que en otros destinos colombianos. Por qué? Simple: turismo internacional (a.k.a. gringos everywhere). Durante el día da para visitar el centro histórico y sus callecitas inolvidables llenas de casas y edificios coloniales preciosos. Posta no alcanzan los ojos para ver.


Plaza de la trinidad

Entrada centro histórico

Centro histórico

Centro histórico

Centro histórico

Caminando un día por el barrio, llegamos hasta una parte de la costanera donde hay un hermoso parque con vista al mar que alberga un mini complejo de food trucks. Se armaron un pintoresco patio de comidas y crearon un ambiente muy agradable.


Costanera


Castillo San Felipe


Centro histórico

Por la noche Cartagena tiene mucho movimiento: gente en las calles, bares llenos y un par de hostels metiendo fiesta a morir. Excelente destino para ir con amigos. Además hay cantidad de opciones gastronómicas y hay comidas de todos los precios. Una noche fuimos a probar las hamburguesas de la recién inaugurada Vacamoo, un restaurant de hamburguesas gourmet que tiene precios amigables. Lo interesante fue la espera: juegos de mesa para hacer la espera mas interesante. Las hamburguesas? Una de li cia.


Te dio hambre y lo se...


Otra noche escogimos comer arepas, opción barata y de fácil adquisición. Una de las calles principales del centro histórico se ocupa con parrillas móviles cuando cae la noche. Ahí se encuentran diferentes opciones: arepas, brochettes, hamburguesas y demases. Como es en la calle, los precios son recatados y la comida es rica. Desde Cartagena hay varias excursiones para hacer durante el día y acá hay que tener mucho cuidado. Una de las opciones es Isla Rosario, un conjunto de 28 islas, de las cuales 25 son privadas y no se puede entrar a menos que se pague una tasa muy alta. El paseo es carísimo (unos COP 101.000 por persona) y la realidad es que te llevan de acá para allá sin ver mucho. No recomiendo hacerlo. Otra opción es conocer la isla Baru. No es realmente una isla, pero casi. Nosotros fuimos por sólo una noche (dejamos las mochilas en el hostel, de lo contrario habríamos pasado realmente mal) , pero da para quedarse dos. Importante antes de ir y acá empiezan los datos de colores: 1- el transporte. Hay varias formas de ir: de barco, de taxi, en transfer privado o transporte público. Nosotros tuvimos la mala suerte de que se largue a llover al dejar el hostel y tener que refugiarnos un ratazo hasta que paró un poco. La idea era ir en transporte público: tomar un bus antes de llegar a la esquina del castillo San Felipe y en su punto final tomar un mototaxi cada uno hasta la playa. Todo costaría unos 18000 COP. Pero como todo en esta vida es compensado, cuando esperábamos el bus, paró un señor taxista muy buena onda diciendo que iba a buscar gente a Barú y que por 20000 nos llevaba hasta la playa. 40 minutos después nos estaba dejando en el acantilado para bajar a la playa. 2- el estado de la isla. No hay electricidad ni instalación de agua. En vez de eso, hay generadores y tanques de agua que administran gota a gota el agua. No hay internet y si lo hay, es un celular ruteando un 3G precario. 3- el hospedaje. Hay que tener mucho cuidado donde se aloja. Todos los hospedajes son caros (entre 20 y 40 dólares), con baño compartido y algunos hasta tienen suelo de arena. Ahora bien, todos, absolutamente TODOS estan sobre la playa. El único lujoso es el Hotel Decameron. Nosotros reservamos en el Ecohotel Hector y fue la peor decisión en años. No porque el hotel sea feo, era muy lindo, sino porque tuvimos una experiencia de mierda. En resumen, llegamos y el dueño (Héctor) nos estaba esperando con ansias de irse asi que agarró mi dinero y se esfumó. Desde las 3 pm que llegamos hasta las 5 pm del dia siguiente, tuvo lugar la fiesta mas ruidosa de la historia, justo al lado del hostel. Era un restaurant que albergaba el cumpleaños del dueño, al cual le importó todo un joraca y no dejó dormir a nadie en toda la noche y obvio se pasaba los reclamos de los vecinos por el upite. Ahi entendimos por qué Hector se fue tan rápido y nunca volvió. Al otro día, sin nadie haber dormido, la señora a cargo, la mamá de Hector, se tuvo que fumar reclamos violentos de todos sus huéspedes ante su pasividad con el problema. Esa misma mañana, me entero por un mail de Booking, que Héctor había pasado mi reserva como no show, asi que me encargué de demostrarles que estaba ahí hospedada. No contento con cobrarme y desaparecer sin darme ni un recibo, el infame de Hector me descontó el valor de la diaria de mi tarjeta de crédito también, en una palabra, me estafó. Recomendación: siempre, pero SIEMPRE pedir factura o recibo en los hostales. 4- la seguridad. La policia NO baja a la playa, lo único que vas a encontrar, son guardias de seguridad privada custodiando los terrenos privados y la entrada al Decameron. Asi que es basicamente tierra de nadie. De no ser asi, hubiese podido dormir la única noche que estuve ahi. 5- paseos. Desde ahi tambien salen paseos a Isla Rosario. Los precios varian según la cantidad de tiempo y el conductor de la lancha. Una buena opción es hacer el paseo nocturno para ver los plancton luminosos. Sale mas o menos 20000 cop, medio caro pero es lo mas barato que conseguimos. Es un paseo de unos 40 minutos y la experiencia es muy linda. No vale la pena llevar cámaras porque no se ve NADA en las fotos. 6- los precios. Carísimo todo. Recomiendo llevar mucha agua y frutas o comidas que duren de un día para el otro. La playa de Baru es el paraíso. Recomiendo llevar snorkel o antiparras porque esa agua y ese fondo es bellisimo. La puesta del sol es una belleza y el color del agua es soñado. Es un destino imperdible, pero no recomiendo ir mas de 3 noches. Vas a desconectarte de todo y todos.


Esta foto no tiene filtro

Atardecer en Barú

Dinito y el contraste celeste

Para volver a Cartagena arreglamos con el mismo taxista que nos llevó. Al llegar a Cartagena, habíamos reservado en una posada cerca del aeropuerto para partir a Panamá 3 dias después. Más problemas: desde el alojamiento nos cancelaron la reserva. Después de 40 minutos al teléfono con Booking y un par de gritos, nos mandaron a Casa Crespo Beach, una posada hermosa a 4 cuadras del aeropuerto. El cuarto costó mas del presupuesto, pero Booking tuvo que hacerse cargo de la diferencia. La zona del aeropuerto está muy cerca de la playa y nos sorprendió cuando la vimos: playa amplia, y una rambla hermosísima para hacer deportes o pasear. La playa en sí es muy sucia y no es linda, pero la rambla compensa todo. Punto para el Municipio de Cartagena. Después de 3 dias en la zona del aeropuerto, llegó la hora de partir para Panamá. La forma mas segura es llegar en avión. Copa Airlines ofrece pasajes a buen precio pero no son nada flexibles, sino preguntennos a nosotros que perdimos el vuelo... continuará en la próxima historia. En resumen, Cartagena es increíble, el centro histórico es mágico e isla Barú un paraíso. Es bastante caro y los servicios no son buenos por lo que acaba siendo un poco abusivo, pero es un destino imperdible en Colombia. Pros: la arquitectura colonial, la isla Baru, la variedad gastronómica, la vida nocturna, la seguridad, que haya Uber. Contras: los precios elevadísimos, los hostels de mala calidad, los servicios precarios.

 
 
 

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