Canoa, pescador o pescado.
- Sofía M.
- 23 mar 2018
- 4 Min. de lectura
Llegar a Canoa es complicado y requiere de paciencia. En internet hay poca información y los ecuatorianos no son muy efectivos para darte especificaciones. Como llegar de Olon/Montañita a Canoa y las eventualidades que se presentan en el camino.

La parte mas linda y desierta de la playa.
De Olón a Canoa nos separan entre 3 y 4 horas... o eso es lo que creímos. Por la ruta que atraviesa Montañita y Olón tomamos el bus de color celeste que dice MANTA. Como en toda la costa de Ecuador, cada cobrador cobra lo que quiere, este nos cobro USD 3.50 a cada uno. La ciudad más "grande" antes de Manta es Jipi Japa (NO es joda) y como los choferes hacen lo que quieren y éramos los únicos que seguíamos hasta Manta, nos dejaron ahí y nos subieron a otro bus que se caía a pedazos pero que iba a Manta. 1 hora y media después y ya de noche llegamos a la terminal de Manta, enorme, nueva, linda. Fui boletería por boletería preguntando qué empresa nos llevaría a Canoa y todas decían lo mismo: "a Canoa? A esta hora? Noooo, solo mañana". Eran las 7 de la tarde y el último bus a Canoa salió a las 4 de la tarde-WTF?!?!. Un buen hombre sugirió que vayamos a la ciudad de Portoviejo. El bus a Portoviejo salia en 5 minutos y costo USD 1.10 por persona. Una hora y media después llegamos a Portoviejo. La terminal era oscura, abierta y todo estaba cerrado. Para nuestra fortuna, el último bus a Canoa estaba por salir. A las corridas y después de preguntarle al cobrador del bus unas 5 veces si EFECTIVAMENTE nos dejaria en Canoa, nos subimos al bus. Nos costo USD 4 y viajamos como por dos horas mas. Resumen: un viaje que debia demorar 3 o 4 horas demoro 7. A las 11 de la noche llegamos a Canoa, pueblo pequeño de playa que un dia martes muere a las 7 de la tarde. Como somos muy afortunados, encontramos una pizzería abierta con toda la onda y buena música y nos clavamos tremenda zapi. Al sobre que al otro día laburamos. El hostal donde nos quedamos era bellísimo: su nombre es Hostal Rutamar y por USD 25 por noche nos quedamos en una habitación doble con baño privado y pudimos cocinar y laburar sin problemas. Está a dos cuadras de la playa y hecho de madera de árboles. Lo mejor? El perrito, Royce, un boxer simpaticón que nos hizo el aguante y nos mimó siempre que nos vio.

No le gustan las fotos, pero es un tiernito!
Nos sentimos tan cómodos que decidimos quitarle unos días a nuestro próximo destino (y lo bien que hicimos) y quedarnos unos días más. En cuanto a la ciudad, Canoa no ofrece mucho. Sus playas son bastante sucias y llenas de escombros y en el mar hay AGUAS VIVAS! Hay una parte de la playa que esta bien alejada del pueblo, donde se pueden ver casas abandonadas y la playa desierta. Muy lindo para tomar fotos:


En la parte del pueblo, la playa es muy amplia y todo el tiempo ves pescadores sacando sus lanchas a puro pecho. Al parecer, la actividad más fuerte de este pueblo es la pesca y se ven montones de barcos pesqueros entrando y saliendo del agua.
En cuanto a la gastronomía, no es para nada variada. Hay muchos restaurantes de playa que ofrecen lo mismo y más que nada abren cerca del fin de semana, que es cuando hay un poco mas de gente, sino la ciudad es bastante desierta. Dato de color amarillo: la mayoría de los hostales/restaurantes son de dueños europeos. Son los que mejores puestos están en cuanto a decoración y estructura. El resto de las viviendas, la mayoría por lo menos, son muy precarias y la gente vive en condiciones no muy buenas. Las calles no están pavimentadas y hay pocos negocios para comprar provisiones. Dato de color azul: un dia yendo a comprar provisiones para cocinar, nos encontramos con un cine para los chicos del barrio en plena calle. Un proyector iluminaba una sabana blanca colgada de una ventana. Pasaban una peli animada de Disney y unos 7 chiquitos miraban atónitos y disfrutaban el show. Hay asistentes sociales y voluntarixs que visitan la comunidad y ayudan con lo que pueden. Punto para ellxs. En resumen, encaramos para Canoa con varias expectativas, en el trayecto bajaron bastante y cuando llegamos confirmamos que no era nada del otro mundo. Se hizo muy difícil (y muy cara) la llegada para lo que el lugar ofrece. No hay NADA de nada para hacer mas que tirarse a lagartear un rato en la playa. Dino surfó unas olas, pero no fueron de su agrado. Disfrutamos y descansamos unos dias pero no da para más de 3 o 4 días y más si sabés lo que te espera para llegar a Mompiche... Pros: la tranquilidad, las opciones de hostales, el clima, los precios relativamente bajos, el agua calentita.
Contras: que no haya nada para hacer, la difícil llegada, la poca infraestructura, la ciudad es fea y la playa es sucia.
Una yapa:

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